domingo, 27 de febrero de 2011
LIBRO I - Capítulo 7
jueves, 24 de febrero de 2011
LIBRO I - Capítulo 6
Sir John Moore

Nacido en Glasgow el 13 de Noviembre de 1761, ingresó en el Ejército como alférez en el 51 de Infantería a los quince años. Dos más tarde vio acción por vez primera en Norteamérica, en donde permaneció hasta la firma de la Paz en 1783.
Un año más tarde fue elegido miembro del Parlamento, coincidiendo allí con figuras de la talla de William Pitt (El Joven) y Edmund Burke. En 1787 regresó a las banderas, esta vez como mayor y a tiempo de participar en la campaña de Córcega de 1794 en la que resultó herido.
Repatriado a causa de una disputa con un superior fue trasladado a las Indias Occidentales, distinguiéndose en la expedición a Santa Lucía. Convertido en gobernador accidental de la misma por la marcha del general Sir Ralph Abercromby, su superior, amigo y valedor, fue trasladado de nuevo en 1798 esta vez a Irlanda, donde había estallado una rebelión, por requerimiento del propio Abercromby.
Los rebeldes irlandeses, apoyados por fuerzas francesas, fueron derrotados. Moore se distinguió en la batalla de Foulksmills, donde venció a fuerzas muy superiores en número. Al año siguiente, no obstante, cosechó un importante fracaso cuando la brigada que mandaba fue seriamente castigada en la desafortunada expedición a Egmont-op-Zee (Países Bajos). El mismo Moore resultó herido pero ello no redujo su crédito ante sus superiores y pudo reponerse a tiempo de participar en la campaña de Egipto de 1801, en donde se distinguió en el asalto a Alejandría.
Vuelto a Gran Bretaña dedicó varios años a la instrucción de tropas de infantería ligera, que consideraba esenciales en el nuevo tipo de guerra que Napoleón estaba poniendo en práctica en Europa, y a la fortificación de diversas áreas de la costa sur en previsión de una invasión francesa. Nombrado caballero y teniente general en 1804, desde 1806 participó en varias expediciones (Sicilia, Suecia) hasta que en 1808 fue nombrado comandante en jefe de las tropas británicas en la Península Ibérica después de participar en la Corte Marcial celebrada a raíz de la Convención de Sintra.
siempre actuando en
sintonía con los patriotas
españoles, hubo de
replegarse hacia La
Coruña para tratar de
reembarcar a su ejército
antes de ser copado. La
brillante defensa que
estableció en torno al
perímetro de la ciudad
hizo que las fuerzas del
mariscal Soult fracasaran
en su intento de cortar la
retirada los británicos aún a costa de su propia vida.
domingo, 20 de febrero de 2011
Las reglas de la Guerra
La infantería británica careció de un manual de instrucción regularizado y uniforme durante casi todo el siglo XVIII. De hecho, durante este periodo coexistieron varios textos[1].
Sin embargo, la necesidad de un texto común y homogéneo condujo a que en 1792 se publicara Rules and Regulations for the Movements of His Majesty's Infantry (Reglas y regulaciones para los movimientos de la Infantería de Su Majestad) obra de Sir David Dundas (1735-1820), oficial de artillería e ingenieros y observador en varios ejércitos europeos, que se convertiría en el manual obligatorio para los oficiales de Infantería desde 1798.
El Manual consta de algo más de quinientas páginas y el texto se divide en cuatro partes a saber:
-Primera Parte, dividida a su vez en 40 secciones, en la que se hace referencia a la instrucción del recluta, solo o en grupos, con y sin armas.
-Segunda Parte, que consta de 25 secciones, agrupa los contenidos acerca de la instrucción a niveles de pelotón y de compañía.
-Tercera Parte, tal vez la más destacada pues consta de 108 secciones, y es donde se marcan las directrices de los movimientos a nivel de batallón. Es comprensible su magnitud si se tiene en cuenta que el batallón es la unidad social y de combate básica del Ejército Británico.
-Cuarta Parte, dividida en 32 secciones, recoge cuanto acontece a la línea, es decir, a la unión de varios batallones que forman en línea de combate.
La obra, no obstante, se podía resumir en 18 maniobras básicas cuyo conocimiento consideraba imprescindible el propio Dundas en cualquier soldado digno de tal nombre.
[1] Por ejemplo Maneouvres , or the Whole Evolutions of a Battalion of Foot (London, 1779) o Elements of Military Arrangement, and the Discipline of War, adapted to the Practice of the British Infantry (London, 1791)
(C)Fernando J. Suárez
LIBRO I - Capítulo 5
jueves, 17 de febrero de 2011
LIBRO I - Capítulo 4
miércoles, 16 de febrero de 2011
Los Royal Marines

Una imagen habitual en los barcos de la Armada Real Británica eran los soldados de casaca roja de la Infantería de Marina.
Este cuerpo data del año 1664, siendo el segundo más antiguo del Mundo (el primer lugar le corresponde a la Infantería de Marina española, creada en 1537). Sus miembros se reclutaban como en el Ejército (no imponiéndose en este caso la leva forzosa como en la Armada). Sus misiones consistían fundamentalmente en luchar como tropas de tierra en caso de desembarco, en abordajes, como operadores de la artillería de a bordo y en combates a corta distancia como tiradores. Además eran los garantes de la seguridad en los buques de la Armada como lo certifica el hecho de que estuvieran alojados en los compartimentos situados entre los de los marineros y los de los oficiales.
La paga y la posibilidad de participar de los botines fruto de las presas realizadas por la Armada atrajo a un buen número de voluntarios durante todo el siglo XVIII. Tras conocer diversas fluctuaciones en razón a los periodos de paz o de guerra, sus efectivos durante las guerras napoleónicas alcanzaron los treinta mil hombres, distribuidos administrativamente en tres divisiones: Chatham, Portsmouth y Plymouth. Una cuarta división sería creada en Woolwich en 1805.
En el servicio a bordo, el número de infantes era proporcional al de los cañones que montaba un buque, tal y como indica la tabla siguiente*:
Cañones | Infantes | Marineros |
100 | 104 | 875 |
98 | 102 | 750 |
80 | 84 | 650 |
74 | 78 | 650 |
70 | 74 | 650 |
64 | 67 | 650 |
60 | 63 | 650 |
50 | 52 | 420 |
44 | 45 | 300 |
36 | 37 | 300 |
32 | 33 | 300 |
28 | 29 | 200 |
24 | 25 | 200 |
20 | 21 | 200 |
18 | 19 | 125 |
En 1802 el rey Jorge III concedió al Cuerpo el distintivo de tropas reales siendo conocidos desde entonces por su nombre en inglés de Royal Marines. Popularmente se les apodaba lobsters (langostas) por el rojo de las casacas, distinguiéndose así de los jacks o blue jacks (marineros).
Desde 1810 se crearían batallones expedicionarios para combatir tanto en Europa como en América (en la Guerra de 1812). Inclusive en América se formarían batallones a base de esclavos fugados.
*R.W Adye: The Bombardier and the Pocket Gunner. London, 1802
(C) Fernando J. Suárez